El término "pilón" fue introducido por primera vez por Destot en 1911 quien describió la fractura como "lesión producida por compresión axial de la tibia con lesión de las partes blandas circundantes", y comparó esta fractura a una lesión por explosión del astrágalo impactando contra la tibia a modo de martillo que golpea un clavo.
Se entiende por fractura de pilón tibial la lesión traumática del extremo distal de la tibia que afecta la epífisis y metáfisis y que tiene las características de ser una fractura articular, compleja, con hundimiento de uno o varios fragmentos e importante afectación de las partes blandas. Aunque estas fracturas son poco frecuentes, son en su conjunto muy graves y siguen siendo un desafío para la mayoría de los cirujanos ortopédicos acentuado por el hecho de que todavía se desconoce el método terapéutico óptimo.
A través de la exposición y el comentario de casos clínicos, pues, esta obra pretende clarificar conceptos en este tema controvertido teniendo en cuenta que hoy en día, la mayoría de autores coincide en que el tratamiento quirúrgico de estas lesiones debe ajustarse al grado de lesión de las partes blandas, al patrón de fractura y a la experiencia del cirujano.
Por cortesía de Enantyum®